La alimentación Macrobiótica ("macro", grande; "bio" referente a vida) tiene sus orígenes a finales de los años 50. El filósofo japonés George Ohsawa la creó basándose en los conocimientos del Dr. Sagen Ishizuka, japonés de finales del siglo XIX, quién estudió las propiedades nutricionales de los cereales enteros, las algas, así como otros vegetales y legumbres; George Ohsawa también se basó en la Teoría del Yin y el Yang.
Ohsawa veía en la alimentación una herramienta de prevención y cura de enfermedades.
La alimentación Macrobiótica supone una filosofía de vida dónde se busca el equilibrio y la cura del cuerpo a través de la disminuir la aportación de toxinas provenientes de los alimentos y el medio, eliminar de la dieta alimentos de origen animal, así como otras grasas y determinados vegetales con energía yin o energía yang extrema. También presta atención en el cómo comer (no hacerlo en exceso, sólo cuando el cuerpo lo necesita y lo que necesita, masticar lentamente, muchas veces...). Y la filosofía también valora el ejercicio físico. En global, busca bienestar y equilibrio interno.
En esta dieta hay que comer los productos locales, orgánicos, de temporada. La base de ésta son los cereales enteros (arroz integral, cebada, mijo, trigo, maíz, trigo sarraceno... de origen orgánico), que deberían proveer un 40-60% del total de la energía diaria. La pasta no tomarla a diario, ni alimentos refinados o procesados.
El 20-30% de la energía diaria total debería obtenerse de los vegetales (crudos y/o cocinados al vapor, hervidos, al papillote, salteados, al horno... con el mínimo uso de aceite). Se recomienda también 1-2 platos de sopa al día (de miso - soja fermentada - por ejemplo, muy típica en Japón).
La fruta debería ser local y de temporada, además de orgánica. Así pues frutas tropicales no deberían ingerirse.
Un 10% de la energía diaria total debería provenir de las legumbres (alubias, lentejas, garbanzos) o alimentos como el tofu (derivado de la bebida de soja), tempeh (alimento originario de Indonesia, derivado de la soja) o natto (alimento tradicional japonés hecho de judías de soja fermentadas con Bacillus subtilis).
Los alimentos que suprime esta dieta son los de origen animal, si se trata de macrobiótica estricta (no carnes, no huevos, no lácteos ni pescados). Aún así, hay quien los como en muy pocas cantidades por semana, sobretodo de pescados y lácteos. Si es así, se recomienda que el pescado se cocine con wasabi (planta asiática mezclada con otros ingredientes), mostaza y/o jengibre (este proceso, consideran que ayuda a desintoxicar el organismo, equilibra).
Permite también tomar frutos secos y semillas ligeramente tostadas y/o saladas. Los recomienda pero sin abusar (no a diario).
Azúcar, miel, chocolate, los elimina por completo y para endulzar utiliza sirope de arroz, amazake (hecho de arroz fermentado, con o sin alcohol; tradicional japonés). Otros condimentos que se pueden utilizar son la salsa de soja, vinagre de arroz integral o umeboshi (hecho de frutos japoneses), semillas, algas, jengibre, sal marina.
Aquí tenéis la pirámide que sigue la Macrobiótica:
Es una dieta con alimentos que contienen muchos fitoestrógenos (soja y derivados), lo cual puede provocar un aumento de estrógenos (contraindicado en caso de cáncer de mama o en casos de exceso de estos: endometriosis, síndrome premenstrual exagerado, cansancio, dolores articulares, entre otros posibles síntomas y signos). A opinión personal, es una desventaja de esta dieta.
Por el tema de la posible falta de vitamina B12, si uno quiere llevar una alimentación macrobiótica, siempre puede hacer una buena compensación con algas y frutos secos. Aún así, opino que no es necesario abusar de estos tampoco.
Existen varios estudios científicos hechos, sobretodo en población de personas con diabetes mellitus tipo 2, y la mayoría concluyen que la dieta macrobiótica ayuda a regular los niveles de glicemia así como evitar acidosis metabólica. Algunos explican que el hecho que regule estos niveles se debe a que con esta dieta, la microbiota de nuestro intestino cambia. Sería fantástico que hicieran estudios con más población y más seguimiento para poder observar todos los beneficios.
A opinión personal, creo que aporta puntos importantes en la alimentación (vegetales de temporada, locales y orgánicos; productos no refinados ni procesados. La filosofía que implica equilibrio, prevención a través de la comida, cómo comer, bienestar, ejercicio físico). No me parece positiva ninguna dieta que sea restrictiva, hablando en el caso de personas sin problemas de salud y en adultos (niños, ancianos, adolescentes, embarazadas, son un "mundo aparte" en este tema).
Que tu alimento sea tu medicina... y para esto me parece necesario saber como estás de salud, como te sientes, y a partir de aquí, adaptar la alimentación a tus necesidades (peso, talla, edad, sexo), a tus gusto (el placer en la comida es importante) y a tu ritmo de vida.
¡SALUD!
Bibliografía:
http://www.kushiinstitute.org/
http://www.macrobioticamediterranea.es/
http://www.esmacrobiotica.com/
Michio Kushi, "Medicina Macrobiótica". Ed. Mediterranean.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26212923
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http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25852946
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25400068